No hicieron falta las palabras, los corazones hablaron por sí solos, mientras nuestras miradas se cruzaban, solo el silencio nos acompañaba al son de un suspiro que volaba... Jugaste de nuevo con mi boca reías al rozar mis labios, de nuevo mi cuerpo te deseaba y ya no podía negármelo.... y nos amamos, olvidando todo aquello que nos hizo tanto daño. Y al mismo tiempo que aquel suspiro se elevó al cielo, nuestros cuerpos se fusionaron en uno solo... pero hoy terminó el sueño, el frío es mi compañero y siento que aquella loca entrega me matará demasiado lento.....
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