ODA AL VIENTO

 

El viento habla, sopla, se entretiene…

en volteretas/ golpea mi cara y mis mejillas

con suavidad de niño,

con dedos hechos aire se desliza

surcando eriales en mi pelo,

tierno se mezcla con mis suspiros

poblando en átomos mi alma,

recoge notas y sonidos

y los esparce en mi silencio.

 

El viento llega desde lejos

con verticales movimientos,

se expande y toca el horizonte,

llena el ambiente de murmullos

envuelto en hilos de natura…

gira al compás del universo.

 

Insolación en las alturas,

rayos se cuelan por el manto,

la capa que bordea la tierra…

y allí… alrededor de anillos,

de polo a polo y meridiano,

allí se forma acalorado/

el sol lo toca en infrarrojos

ambicionados por el éter,

y por fricción, allá él pulula/

flotando siempre por su cielo.

 

De este a oeste,

de sur a norte,

del suelo al cielo,

de arriba abajo,

danzando siempre con su cuerpo…

 

De más a menos él se inclina,

usa el espacio y se desliza,

corre como agua entre las piedras,

en chorros viaja, cataratas,

alisio vuelto remolinos

como hojarascas sobre mares…

de un resoplido en el silencio

si no hay obstáculo a su paso

se crece tanto y emprende vuelo

y se levanta en huracanes

peinando trópicos de ensueño.

 

 

En densidad se vuelve círculos

y al ascender produce nubes,

y a la humedad las precipita

trayendo lluvia desde lejos,

y en su descenso de la luna

por no encontrar calidos besos…

al respirar su aliento frío

nos trae el despiadado invierno,

por dar bostezos mas pesados

ahora en chubascos, trae sus ecos

y cambia así el humor del día,

cambia la vida y cambia el tiempo.

 

Mueve las hojas del otoño

y al verano lo acaricia,

se mezcla tierno con mi aliento

y en suave ola… baña mi cuerpo,

aviva fuego, apaga llamas/

lleva a los lados bellas alas

y su interior lleno de almas,

lleno de música y ensueño,

de calidez y de misterio.

 

El viento sopla agradecido,

sopla con furia y detenido,

sopla silbando, sopla lento,

trae el amor, trae el recuerdo.