No esperes una sonrisa para ser gentil. . .
No esperes ser amado para amar. . .
No esperes estar solo para reconocer el inmenso
valor de un amigo. . .
No esperes el luto del mañana para reconocer la
importancia
de quienes están hoy en tu vida...
No esperes tener el mejor de los empleos
para ponerte a trabajar...
No esperes la nostalgia del otoño
para recordar un consejo. . .
No esperes la enfermedad para reconocer
que tan frágil es la vida. . .
No esperes a la persona perfecta para entonces
enamorarte. . .
No esperes el dolor para pedir perdón. . .
No esperes la separación para buscar la reconciliación. . .
No esperes elogios para creer en ti mismo...
No esperes que los demás tomen la iniciativa,
cuando sabes que tu mueres de ganas de un abrazo,
una caricia, un beso. . .
No esperes el "te amo" para decir "yo también"
No esperes tener dinero por montones para
entonces ayudar al pobre...
No esperes el día de tu muerte si aun no
has amado la vida. . .
No podemos esperar, el momento es hoy
y hoy significa ahora, este día.
No vivamos esperando de los demás,
empecemos a ser protagonistas.
Es nuestra vida, es nuestro presente: Aquí y ahora.
Debemos aprender a amar, a dar desinteresadamente, a
sentir,
a perdonar, a darle valor a nuestras pequeñas cosas, a
nuestros
amigos, a nuestro trabajo, a nuestra vida de todos los días.
Si vivimos esperando...
en esa espera se nos va la vida...
No esperemos de los demás... nunca sabremos que nos
darán,
que recibiremos... muchas personas viven esperando
y en esa espera se olvidan que aquellos que dan sin
esperar son los que reciben a manos llenas...
Todo lo que damos regresa a nosotros... Si queremos recibir
aprendamos primero a dar... tal vez nos quedemos con las
manos vacías pero nuestro corazón estará lleno de amor...
Y quienes aman la vida tienen el sello de ese sentimiento
en un lugar de su corazón....