Ave María ( David Bisbal ) 

Una Persona Exitosa

"Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que
de día y de noche meditarás en él, para que guardes y  hagas
conforme a todo lo que en él está escrito;  porque  entonces
harás prosperar tu camino, y todo  te  saldrá  bien"  (Josué
1:8.

Entre los apóstoles, el éxito  absolutamente  asombroso  era
Judas y el humillante fracaso era Pedro. Judas era un  éxito
en  aquello  que  causa  conmoción  en  la  mayoría  de  las
personas:  era  exitoso  política  y  financieramente.    Él
consiguió, con habilidad, el control de las finanzas de  los
apóstoles; él manejó, con grande  desembarazo,  las  fuerzas
políticas de la época para concretar su propósito. Pedro era
un fracaso en las áreas en las que la  mayoría  de  nosotros
también tiene dificultad de vencer: era impotente delante de
las crisis y incapaz de tener una buen relación  social.  En
la prisión de Jesus él desmoronó, se acobardó. Él no era  el
compañero ideal que le gustaría tener  en  los  momentos  de
luchas y ni alguien que gustaríamos que nos acompañase en un
acontecimiento social. El  tiempo,  por  supuesto,  modificó
nuestra evaluación sobre los dos hombres. Judas,  ahora,  es
un ejemplo de alevosía y Pedro es  un  de  los  nombres  más
honrados en la  iglesia  de  todo  el  mundo.  Judas  es  un
villano, Pedro es un Santo.

Lamentablemente el mundo continúa aún valorando el  engañoso
éxito de Judas: riqueza financiera y éxito  político.  Tales
conquistas de nada le sirvieron. Apenas  no  llevaron  a  la
perdición.

Muchas veces nuestra momentánea incapacidad y los tropezones
que nos sugieren inminentes  derrotas  son,  en  verdad,  el
primer paso para que, con a ayuda de Dios, seamos alzados  a
las  más  empolgantes  conquistas.  Es  exactamente   cuando
nuestro "yo" si sienta impotente que la mano  del  Señor  si
presenta para acarrearnos al puerto  de  la  realización  de
nuestros anhelos.

Nuestro  éxito  no  puede  ser  medido  por  las  conquistas
materiales, aunque eso también pueda acontecer  en  nuestras
vidas. Es real cuando estamos delante de Cristo, sin  miedo,
sin culpa y con el corazón lleno de  júbilo  por  saber  que
caminamos en el centro de Su voluntad.

¿Está alegre por Cristo habitar en su corazón? Sepa qué  es,
de hecho, ¡una persona muy exitosa!

Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet
Autor  de  los  libros(en  Portugués):   Despertando    Para
Misiones, Mensajes Para el Corazón y Un  Rayo  de  Sol  Para
Días                                                Sombríos
tprobert@terra.com.br
¡Sonría, Jesus te ama!