Mujer bajo la lluvia - (I)
Invisible llovizna acariciante desciende sobre mí, mis senos riega, y dos gotas del más puro diamante cuelgan de los pezones; la luz juega
su escala de silencios y colores; bajo mis párpados cerrados vuelan asteroides en fuego, y hay temblores sobre la piel que mi ansiedad revelan.
Deslízame los dedos, delineando cada surco de lluvia sinuoso, en suavidad de tacto, descifrando cada mensaje anclado en mi reposo.
- Cada mensaje, que por ti fue escrito,
que el agua subrayó, que tú analizas, que te dirán que todo lo permito, dueño tú de mi fuego y mis cenizas.
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26-12-01 |
- Mujer bajo la lluvia - (II)
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- Pardo el campo y las nubes.
Llueve. Se entristece la tarde. Duerme el bullicio de voces infantiles. Palidecen las farolas de rostros ovalados que al brillo no se atreven. La calle está vacía. Nadie viene. Nadie va; sólo el agua que a borbotones vierten los canalones, y que distribuye turbias caricias a los desniveles. Un revuelo a lo lejos de paraguas oscuros que se pierden en zaguanes y esquinas, precipitadamente…
Y tú, descalza, con la única sonrisa que florece en esta tarde mustia de tonos grises que a la noche mueren; sin evitar los charcos, jubilosa, chapoteante tu zancada breve. Los brazos extendidos, un zapato colgando en cada mano, alta la frente, absorbiendo las gotas, que acarician el rostro y se sumergen en la blusa entreabierta, rodando entre los senos, y se extienden como un tropel de diminutos dedos exploradores de la piel del vientre.
Y giras, bailarina, como quien obedece al ritmo de una música callada, que sólo escuchas tú, sólo tu sientes.
Viejas decrépitas tras las ventanas contemplan y no entienden. Perdieron hace tiempo la locura que el corazón en libertad mantiene.
Danza, vuelve a saltar, caracolea, con fiera intensidad, sin detenerte, con el atrevimiento de la mujer que afronta lo que quiere.
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Tankas
- 3
- Repiqueteo
de la lluvia en el charco: Ya no me veo. Con arrugas de viejo se ha empañado el espejo.
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- 10
En los cristales los surcos de la lluvia tan desiguales. Sobre ellos mi alma lanza semillas de añoranza.
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- La luz brilla en los ojos cuando amamos,
la sombra nos circunda si partimos, el viento nos abraza si sufrimos, y nos moja la lluvia si lloramos.
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Del soneto 386
14-10-00 |
Lluvia de invierno, gotas en la cara, lágrimas descubriendo la tristeza; lluvia primaveral, oh, qué algazara resaltando en el rostro la belleza.
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Brevería 330 |
- Si te abrazara el aire, si la lluvia lo hiciera,
si la luz, si la nube, si la sombra, si el fuego, no sería un abrazo tan total como fuera mi abrazo por tí mudo, y por tí sordo y ciego.
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Brevería 391 |
Fría lluvia en el rostro, honda tristeza que apaga el cielo, enciende la amargura, y abre a los pies siniestra sepultura haciendo tambalearse a la cabeza.
- Lluvia obstinada, mano de uñas largas,
arañando los pliegues de la mente; lluvia lenta, callada, persistente, ahogando el alma en lágrimas amargas.
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Brevería 1030 |
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