La sonrisa, como bien sabemos, es algo maravilloso… Sonreír es bonito.
La sonrisa ejercita los músculos de la cara, manteniéndonos
jóvenes… ¡Una sonrisa es mejor que una crema facial!
La sonrisa provoca sonrisas, la sonrisa desarma e invita.
Prueba sonreír a una mujer que quizá te está mirando
de manera negativa, pero sobre todo, sonríete a ti misma…
A veces en nuestra vida nos encontramos con mujeres
que tienen una incurable manía de compararse con
otras. Pero no tiene sentido esperar algo positivo en
nuestra vida si mantenemos ese deseo de ser mejores
que las demás, y lo único que lograremos con ello será
una tremenda insatisfacción. Recuerden que somos únicas
e irrepetibles, no existe ser igual a otro: cada una tiene
su propio encanto, sus propios defectos, sus propios sueños, su propia vida.
Yo conozco algunas mujeres que no disfrutan pasando
el tiempo con otras mujeres. Si no hay un hombre se aburren.
Les resulta casi imposible decirle una frase amable a otra mujer,
ya sea sobre lo bien que se ven, o el hermoso vestido que
puedan llevar; en pocas palabras, ¿por qué ha de
costar tanto ser amables con nuestro género? Por
supuesto se que tiene que ser sincera, pero
hay que ser generosas entre nosotras.
En la medida que te ames, te amarán.
Y ahora mírate frente al espejo… sonríe, y observa aquellas
facciones más bellas de tu rostro, mira todo lo lindo que tú
tienes, ¡y destácalo! Ya sea en tu interior como en
tu exterior, destácalo. Como te sientas, como te veas
a ti misma influenciará enormemente cómo te verán
los demás. Por lo tanto, ocúpate de ti, fíjate metas,
date oportunidades… De acuerdo a esto, puedes escoger
entre la alegría o la tristeza. Y si crees que no
es así estás en graves problemas.
Si te pasas la vida recordando cosas ya pasadas, o
imaginando proyectos que supuestamente harán un
cambio mágico en tu vida pero cosas que a fin de
cuentas nunca llegas a concretar: Ten presente que
el pasado es irrecuperable, y el futuro incierto,
así que ponte en acción y manos a la obra.
A muchas mujeres les aterroriza la idea de estar solas,
sin darse cuenta que es precisamente en la soledad
donde una puede encontrar el verdadero autoconocimiento,
lo cual nos da la capacidad de saber qué necesitamos
para darnos cuenta de las cosas buenas que tenemos
como seres humanos, y de lo que debemos cambiar.
Tienes tesoros especiales que puedes descubrir, y que
son solo para ti, y también cargas que debes dejar… para siempre.
Una manera de ayudarnos a nosotras mismas es
ayudando a los demás: Ayudar nos hace sentirnos
útiles, ver nuestros conflictos desde otra perspectiva,
y que podemos hacer mucho más por otras personas
de lo que nos creemos capaces.
Así que, querida amiga que me estás leyendo: Agradece lo generosa que es la vida, acepta las cosas
según vayan llegando, valora a tus amigas y respeta
sus creencias, y nunca des nada por sentado…
la vida nos depara muchas sorpresas, la mayoría
maravillosas, otras no tanto. Las cosas que no
sean tan buenas, si está en tus manos el poder
cambiarlas, ¡hazlo! Las demás simplemente son
parte de la vida. Pero Dios nos dio una fuente inagotable
de energía positiva, no la desperdiciemos. Debemos ver las
cosas con optimismo, del lado positivo. Créeme, si son
veinte tus problemas, con fe, optimismo, valentía y una gran
dosis de alegría, se convertirán en dos o tres.
Y cuando lo logres, apláudete por ello.
¿Me dejas repetirte que la vida es bella y generosa?
¡Y que existe un lado iluminado en nuestro mundo que
nos espera para darnos un gran abrazo! ¿Estás dispuesta a recibirlo?
¿Te animas? ¿Nos compartes tu opinión?
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