Pareciera que cada vez prestamos menos atención a las
cosas pequeñas de la vida, a las cosas simples y triviales del vivir diario…
Pero aún quedan muchas personas que saben disfrutar
enormemente de las cosas pequeñas de la vida,
que incluso aprecian cosas que generalmente calificaríamos
de “insignificantes”. Son personas felices, disfrutan de todo, hasta
de lo más pequeño. ¿No te gustaría poder disfrutar así de la vida?
Es posible disfrutar de las cosas pequeñas de la vida,
de los pequeños y modestos placeres que la vida
nos otorga y solemos pasar por alto. La felicidad no
depende tanto de la fortuna y lo material, sino de nuestros
ojos ante las miles de cosas pequeñas que cada día se nos presentan.
Las pequeñas cosas de la vida:
Podemos disfrutar de las cosas pequeñas que la vida
nos ofrece: lazos de familia, amigos, libros, flores,
alimentos, el agua, el viento, la salud, el abrigo,
el sueño, el paisaje de un camino abierto, la lluvia veraniega,
el fuego de la chimenea en invierno, el alba, las canciones,
el cielo estrellado, el amor en la juventud y los recuerdos
en la vejez… ¿Acaso no son estas grandes simples
cosas, la verdadera esencia de la vida?
La magia de lo simple:
El mundo no parece tener nada especial cuando
no lo miramos con buenos ojos.
Pero incluso el objeto más pequeño contiene algo inesperado
si se observa con consciente atención. Interpretar y encontrar
lo bello en las cosas corrientes debe, por tanto, ser
una de nuestras principales prioridades. Después de
todo, lo que realmente queremos es ser felices, ¿verdad?
Casi todas conocemos en algún momento de nuestra vida
a esa persona que nos habla haciendo que cualquier tema
nos pueda parecer interesante, aunque sólo sea acerca
de la lluvia o al buen tiempo. Otra amiga, tal vez aprovecha
cualquier ocasión para escribirnos unas líneas que recordamos
con placer durante años; y otra persona sabe ofrecernos el
objeto más simple con tal gracia que nos hace apreciar
mucho más lo que nos entrega, por lo que lo guardamos como
un valioso recuerdo. Incluso hay quien puede señalarnos a
un simple insecto y contarnos acerca de ese insecto las cosas
más apasionantes que jamás hayamos oído.
La importancia de la actitud y nuestros ojos:
Observando lo trivial, lo simple y aparentemente vulgar podemos
llegar a descubrir aquello que merece la pena. Todas conocemos
algunas frases de grandes pensadores, frases que se nos
quedaron marcadas en la mente… Las reflexiones más bellas
suelen ser precisamente acerca de las cosas más simples de la
vida. Pero los pensamientos profundos son sólo el resultado del
continuo pensar, que halla su alimento simple y esencial en las
ocupaciones diarias de nuestro vivir diario. Es algo que está
a nuestro alcance. Neguémonos a encerrarnos en nosotras
mismas; nada contribuye tanto a mantener nuestro sentido
común como vivir en sociedad con otros seres humanos.
Aquellas personas que poseen conocimiento de las cosas
ordinarias están mejor preparadas para enfrentarse al mundo
que quienes sólo tienen una noción superficial de las cosas.
Reconforta, en verdad, saber que existe la posibilidad
de vivir en forma interesante sin necesidad de buscar
más allá de las cosas simples que tenemos
frente a nosotras en nuestro vivir diario.
Si cada día mirásemos las cosas pequeñas con buenos ojos,
nos sorprenderíamos de la inmensa y variada belleza que se
nos ofrece y muchas veces pasamos por alto.
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