MUJER
Nombre divino de la compañera que por amor se entregó en el paraíso al hombre por pecado en vez primera al compás de la música y de hechizo. En tus redes de cabellos envolventes, de telaraña del más sutil urdimbre, cae como las mariposas rutilantes el más valiente y afamado hombre. En tu entraña está la gran partida y el misterio de nuestra creación al sacar de la nada nuestra vida fundida en un crisol de perfección. Tus labios guardan néctar femenino, que embriaga y destila la demencia, que cambia el rumbo del destino, cuando los besos hacen su presencia. En cimbreante movilidad persuasiva, sin que nadie pueda resistir tus pasos, queda el varón hipnotizado a la deriva hasta caer atrapado entre tus brazos. Tú eres oasis de paz en la existencia, a donde llega a refugiarse el peregrino, el hijo y el nieto que busca tu presencia, en el inmenso recorrido del camino.
|