La importancia del silencio.
Dicen que una rosa, cuando se abre,
produce un sonido similar al de una pieza de Bach.
Si querenos oírla debemos, antes que nada, refugiarnos en el silencio.
Silencio afuera, silencio adentro y, sólo entonces, escuchar.
Escuchar implica una actitud mediativa.
Se detienen todos los pensamientos y la concentración es máxima.
Sumergidos en el silencio, escuchar.
Poner toda nuestra atención en la escucha.
Y entonces es posible "oír". En medio del silencio profundo,
se pueden oír címbalos, campanas, manantiales, lluvia, flautas.
Tardaré una hora en encontrarte y solo un día en enamorarme. Pero me llevaría toda una vida lograr olvidarte.......
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