Muchas veces nos cuesta mucho mantener relaciones
profundas con los demás, especialmente aquellas que requieren compromiso.
Cuando esto nos ocurre, supone un problema no sólo
para nosotras mismas sino también para
nuestra pareja y quienes nos rodean. Cuando tenemos miedo al compromiso y profundizar la
relación es posible que la relación acabe fracasando
y haciéndonos sentir mal por el sentimiento de culpabilidad…
No faltan historias de hombres y mujeres que habiendo
creído encontrar su media naranja, el amor de tu vida, y
llegando a sentirse felices, alegres y seguros de su amor,
realizando viajes, cenas y románticos fines de semana juntos,
vieron como de pronto, casi sin saber cómo, esa
persona se va de sus vidas.
Cuando ocurre no entiendes los motivos, no sabes qué
puedes haber hecho para que pase de ti… pero no está,
se ha ido, y te has quedado sola nuevamente.
Hay personas, tanto hombres como mujeres, que no saben
comprometerse. Muchas veces tenemos miedo al compromiso,
miedo a comprometernos… e incluso miedo a la palabra
“compromiso”. Es algo que intimida, tanto que muchas veces
huimos antes que asumirlo, especialmente si se trata
de algo tan serio como del matrimonio.
Qué es comprometerse:
Es dar tu palabra y saber que por muchos obstáculos que
encuentres en tu camino vas a saber cumplir, has dicho
que harás tal cosa y debes hacerlo, debes tener el valor del compromiso…
Miedo al compromiso
Una mujer de 30 años que desde hace un año sale con un
chico me contó su situación: Su pareja está muy enamorado
de ella, y en todo el tiempo de relación han disfrutado de
muchas cosas y momentos especiales juntos. Pero no se siente segura, ya en otras ocasiones se había
enamorado pero las relaciones no llegaron a buen puerto
y acabaron rompiéndose. Un par de ocasiones sintió que se
enamoraron muchísimo de ella, pero en ambas ocasiones
ella acabó dejándolos. Hoy tiene miedo a que le vuelva a
pasar lo mismo, que nunca pueda estar bien de verdad ya
que como dice, sólo le gusta “lo imposible”. Por todo ello,
se siente decaída, y aunque ahora está en una hermosa relación
que ha durado más de un año, a veces le da igual ver a su
chico o no. Sabe que cuenta con él para cuando quiera, pero
no lo ha presentado a su familia, ni le apetece hacerlo. Por el
contrario, él sí que la presentó a su familia, y confundida o
desanimada, ha dejado de cuidarse y ponerse guapa para él.
Pese a todo, él la sigue encontrando hermosa y estando
ahí para ella. Esta joven mujer nos escribía pidiendo opinión
antes de tomar decisiones de las que pudiera arrepentirse.
Historias como esta, las hay a miles… todos los días
podemos encontrar a mujeres (y hombres) en situaciones
similares. Tal vez tu situación no sea muy diferente.
La falta de compromiso, motivos y consecuencias:
Un motivo común para la falta de compromiso es no saber qué
queremos; no lo tenemos claro, no sabemos si es lo que se
nos ofrece o no… y por ello no nos atrevemos a comprometernos.
No queremos defraudarnos ni a nosotras mismas, ni a la
persona que nos quiere, por lo que huimos
del compromiso.
El miedo al compromiso nos hace inestables, y por ello
puede hacernos perder las mejores oportunidades que la
vida nos ofrecerá. Si por miedo al compromiso no somos
capaces de tener relaciones estables y profundas,
al final los interesados, dándose cuenta de ello,
acabarán perdiendo el interés o nosotras mismas acabaremos
rompiendo la relación, huyendo y perdiéndolo todo por no
haber sabido comprometernos más. Al final, quienes se
acercarán a nosotras serán aquellos que no buscan nada
serio, hombres por los que realmente no merece la pena
jugársela, hombres que carecen de carácter decidido
y capacidad de compromiso.
Por otro lado, si no se es totalmente feliz, si realmente
no somos capaces de decidirnos a comprometernos
por el hombre que dice amarnos… puede que no estemos
enamoradas. A veces el hombre puede parecer un gran
príncipe azul, perfecto para nosotras, incluso “idóneo”,
totalmente enamorado y entregado a nosotras, pero
por los motivos que sean… realmente no estamos
enamoradas por mucho que le queramos. Si nos planteamos
tantas dudas, puede que sea porque aún no ha llegado a
nuestras vidas el amor, aún no lo conocemos y por ello no
somos felices como sería de esperar… Recuerden que antes
de conocer al príncipe azul, hay que conocer
muchos sapos.
Debemos saber esperar, no precipitarnos y no levantar falsas
esperanzas en nuestros enamorados. Eso sólo hace más
daño a la pareja y a nosotras mismas.
A veces también estamos con alguien por lástima, porque
le hemos tomado cariño y por último sentimos que es mejor
así que estar solas. Pero en la vida hay que aprender a tomar
compromisos, no podemos vivir eternamente haciendo
castillos en el aire. La vida es muy diferente a la que se
nos presenta en los cuentos de hadas, y de tanto dejarnos
querer sin saber comprometernos podemos
quedar tristes y solas.
Conclusiones:
- No podemos pedir seriedad cuando
- nosotras mismas no la damos.
- No podemos esperar que siempre estén disponibles
- y dispuestos a amarnos mientras nosotras sólo “nos dejamos amar”.
- Cuando no sabemos comprometernos, aquellos
- hombres que sí son capaces de comprometerse
- acabarán cansándose de nosotras.
- Al final puede que sólo nos queden las migas, aquellos
- hombres que no son capaces de comprometerse
- realmente con una mujer, aquellos que no buscan nada serio.
- A los hombres les gusta sentirse seguros de la persona
- con la que se quieren comprometer, les gustan las
- mujeres seguras en sí mismas porque eso las hace más
- valiosas. Por ello mismo, a sus ojos carece de valor
- la mujer que hoy dice “te amo” y mañana dice
- no estar segura de sus sentimientos.
- El compromiso es algo muy importante y valioso.
- Carecer de compromiso y capacidad
- de compromiso nos quita valor.
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