Goteaban las hojas destellos
blancos de luz en la tarde de abril.
La miré a los ojos
y ví en ellos
una infinita tristeza.
Le dije: "¿Por qué?"
Recuerdo que un arcoiris de promesas
coronaba en el cielo su silueta.
Cuando
fue a contestarme
los espejos del cielo
apagaron su luz
y mi pregunta voló por los
aires.
En la tarde de abril lluviosa
lágrimas blancas rodaron por los charcos.