Yo soy la luz de la luna, la triste luz de la luna que
se
tiñe de violeta con el reflejo de mis ojos, esa luz de la luna de
color
melancólico que no todos ven aunque miren y que al verla no puedes
ya
dejar de mirar. Soy los densos reflejos violaceos que salen de ella formando
caminos que atraviesan el mar y mueren en las profundidades,
acompañados de helechos y peces de colores, soy esas ráfagas
violetas
que los pulpos agarran con sus tentáculos intentando poseerlas, esos
destellos violetas que iluminan el universo del mar y provocan
poesía en
sus recónditos rincones, esa luz violeta que envuelve al buzo que
se
mueve temeroso por el silencioso espacio húmedo, con la esperanza de
que
nos encontremos en el reino de neptuno para nunca jamás
abandonarlo…