“El Universo es un Ser vivo con Leyes que lo autorregulan y le permiten renovarse, expandirse. El término “ser vivo” está relacionado con la palabra “memoria”. Las tradiciones orientales han llamado Anales Akhasicos a esa memoria. Anales, Registros. Constituyen una reserva inmensa, incontable, sorprendente, riquísima. Una verdadera “base de datos” que abarca todo el pasado del universo, desde el principio de los tiempos. El Universo tiene su registro akhasico. Lo tiene cada galaxia, cada planeta, cada país. Lo tiene cada ser humano. Y en ello no hay un misterio ni milagro ni magia alguna. Se trata de una simple lógica a la que nuestra inteligencia y tal vez, nuestra limitada apertura de conciencia, no tienen aún completo acceso. Sin embargo, hay personas que vienen con el don, con el talento de acceder naturalmente a esos registros. Nacieron especialmente dotadas. Hay también quienes mediante técnicas muy sencillas, pero acompañadas de un trabajo profundo de automaestría, fabrican la llave que abre esa puerta. En ambos casos, el lector no entra a esa fabulosa “base de datos”, como si fuera una biblioteca cualquiera. Exige un estado interno particular, donde predomina el espíritu de servicio y la ausencia de voluntad egótica. Y supone “una autorización superior” de quienes custodian el umbral.