UNA GOTA MAS
Unas
tras otras, las gotas van cayendo.
Nada
parece transformarse.
El
goteo es casi imperceptible.
El
cansancio y la desolación dicen presente.
El
paisaje desértico de esperanzas crea la
falsa
ilusión de que nada va a cambiar.
El
vacío interior se agiganta.
Las
gotas siguen cayendo, expanden su vibración.
La
mente sostiene que todo está perdido.
El
corazón no se deja engañar, escucha cómo
las gotas
continúan
brotando y ríe de felicidad.
Su
sabiduría le anuncia que el río está emergiendo.
Libere
sus compuertas.
Ayude
a que el agua corra.
Sume
para que el río de la conciencia espiritual
irrumpa
en todo su esplendor.
Las gotas son todas aquellas cosas que
nos ayudan
a
ser más humanos
y
nos permiten armonizar con la existencia.
Los
buenos actos son gotas. Las caricias son gotas.
Los
pensamientos positivos son gotas.
Los
abrazos, las palabras de aliento, los rostros felices.
Gotas...
Las
acciones conscientes, las oraciones, las meditaciones,
la
ayuda desinteresada, los gestos de sensibilidad.
Gotas...
El
saber compartir, aprender a valorar,
el
respeto por uno mismo.
Gotas...
La
fe, la humildad, la confianza, la esperanza,
el
amor.
Gotas...
Todas
son gotas que reflejan una nueva humanidad.
Son
gotas que acrecientan y vivifican el río de la
conciencia
espiritual
que
está transformando la vibración del planeta.
El futuro nace del
presente.
Nuestras
decisiones co-crean.
Si
sólo sembramos discordia, odio, pesimismo,
sufrimiento
y frustración
¿qué
cree que cosecharemos?
Sus
gotas,
aunque
parezcan simples, aunque las perciba
insignificantes
o débiles,
hacen
la diferencia.
Son
como semillas de luz que transforman
y
ayudan a que el futuro no se manifieste desalmado.
Por Julio
Andrés Pagano
kris
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