Depresión...¿Para qué están los amigos?
La inercia es la mano que utiliza la depresión
para mantenernos en su poder.
Lo que ocurre con frecuencia es que estamos demasiado
agotados emocionalmente como para desear luchar, nos volvemos demasiado apáticos
como para superar nuestra melancolia
No tenemos energía para coger el teléfono y hacer planes sociales.
No tenemos ganas de ponernos la máscara de la sonrisa para ir a una fiesta.
Dejamos que las relaciones con nuestros amigos comiencen a marchitarse. Comenzamos a suicidarnos emocionalmente. Nos mantenemos aislados en nuestra espléndida desdicha. Es un terrible error apartarse del mundo cuando estamos deprimidos.
A pesar de ser difícil, podemos recurrir a nuestros amigos.
Un amigo verdadero, un amigo honesto y comprensivo, puede tener un enorme valor terapéutico,
si le permitimos que penetre en nuestra intimidad.
No estoy hablando simplemente de agobiar a otros con nuestras penas.
Recomiendo que compartamos nuestros sentimientos con alguien
cuya amistad valoremos y cuyas opiniones respetamos.
Elige alguien en quien confíes y a quien admires, y dile: -Oye, sé que hace siglos que no te llamo.
Pero es lo que hago cuando estoy deprimida.
Tiendo a taparme la cabeza con las sábanas. Quiero que me ayudes a dejar de hacerlo.
Quiero que me obligues a ir a ver una película, o a cenar, o a correr por el parque.
Me estoy metiendo en mi caparazón, y quiero que me ayudes a salir de él...
Una vez que hayas establecido esta clase de contacto,
utiliza a tus amigos como confidentes. No vaciles en pedirles que sean críticos constructivos: "Hazme saber cuándo estoy cayendo en la negatividad.
Dime cuándo me estoy hundiendo en la autocompasión.
Adviérteme cuando comience a ponerme a la defensiva o histérica".
Ya sea para ofrecer consejos o un oído compasivo,
o incluso un hombro sobre el cual llorar, la mayoría de los amigos se sentirán felices de ayudarte, sabiendo que harías lo mismo por ellos.
Penelope Russianoff
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