Si algún día buscas en mis ojos,
ese amor que tanto has buscado,
Si puedes ver en el fondo de ellos
el porqué tu has llorado...
Déjame amarte.

Si cuando sola has estado
tus lágrimas han aflorado,
piensa que el camino ha sido duro,
abre una puerta y me verás a tu lado,
sólo con tu sentir, yo estaré seguro
Déjame amarte.

Déjame amarte
para que vivas una ilusión,
para que te sientas
protegida por mi amor,
un amor que te dé toda esa pasión
y que sin hacerte daño,
te queme con su calor.

No temas y déjame amarte,
amarte, sí amarte
como las aves aman la libertad,
como los peces aman a la mar.

Déjame amarte y que tú puedas sentir
todo eso que como mujer debes sentir.
Dame la oportunidad de hacerte
la reina de mi vida,
la dueña y ama de mi amor.

Yo seré tu amante, tu amigo y esclavo,
seré el sueño por tí más anhelado.
Yo seré, con el permiso de Dios...
el único que te ha adorado.

 Déjame

descubrir tu amor

Déjame descubrir tu amor

en cada parche indiferente de tu alma

en cada luna agujereada

en cada sol entristecido

en cada mar desalentado.

Déjame encontrar tu aroma

en tus mareas tumultuosas

en tus idas y venidas

en tus miedos despertados

en tus anuncios eclipsados.

Déjame ser tu investidura

tu enjambre de ilusiones

tu playa de inquietudes

tu voz de enamorada

tu miel nocturna adormecida.

Déjame salir a tu ventana

consagrarme en tu pliego de azucenas

abrirme a tu estampida

desesperarme en tu niebla

crecer en ti como un llamado

de sirenas alertas.

autor:beatriz ojeda