Los cabildantes aceptaron la renuncia indeclinable del Virrey, que aceptó el descontento popular hacia su investidura; los jefes militares le negaban su apoyo. Después de muchos artilugios del síndico Leiva para coartar los objetivos patriotas, los cabildantes decidieron aceptar la Junta revolucionaria presentada, avalada por firmas, y respaldada por el pueblo en la Plaza, quedó integrada la:
PRIMERA JUNTA DE GOBIERNO
Presidente: Comandante de Armas Cornelio Saavedra
Secretarios: Doctores Juan José paso y Mariano Moreno
Vocales: Pbro. Manuel Alberti, Dr. Manuel Belgrano, Dr. Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga, Domingo Matheu y Juan Larrea.
Martes 25 de mayo de 2010
Hoy, en el 2010, doscientos años después, continuamos soñando y apostando por una independencia completa, sin rupturas, con libertad de expresión, de manifestación, de pensamiento, de vivir y caminar por una Nación, su Nación…
...nuestra amada Nación:
Argentina
Miremos el pasado para tratar de vislumbrar la realidad
de aquellos tiempos fundacionales y enlazarla con el presente y
Patria es la tierra donde se ha sufrido, Patria es la tierra donde se ha soñado, Patria es la tierra donde se ha luchado, Patria es la tierra donde se ha vencido.
Patria es la selva, es el oscuro nido, La cruz del cementerio abandonado, La voz de los clarines, que ha rasgado Con su flecha de bronce nuestro oído.
Patria es la errante barca del marino, Que en el enorme piélago sonoro Deja una blanca estela en el camino.
Y Patria es el airón de la bandera Que ciñe con relámpagos de oro El sol, como una virgen cabellera.
Patria es la tierra donde se ha sufrido, Patria es la tierra donde se ha soñado, Patria es la tierra donde se ha luchado, Patria es la tierra donde se ha vencido.
Patria es la selva, es el oscuro nido, La cruz del cementerio abandonado, La voz de los clarines, que ha rasgado Con su flecha de bronce nuestro oído.
Patria es la errante barca del marino, Que en el enorme piélago sonoro Deja una blanca estela en el camino.
Y Patria es el airón de la bandera Que ciñe con relámpagos de oro El sol, como una virgen cabellera.