AMIGOS LES DESEO UN EXELENTE FIN DE SEMANA
EN SU LUGAR DE RESIDENCIA LLENO DE PAZ Y AMOR
LES COMPARTO ESTE CUENTO
BESOS
El Instante Mágico Paulo Coelho
Es necesario correr algunos riesgos.
Solo entendemos adecuadamente el milagro de la vida
cuando permitimos que lo inesperado se manifieste. Todos los días Dios nos da un momento en el que es posible cambiar
todo lo que nos hace infelices. Todos los días intentamos fingir que no vemos este momento,
que no existe, que hoy es igual que ayer y mañana sera igual que hoy.
Pero el que presta atención descubre el instante mágico. Puede esconderse en el momento de meter la llave en la cerradura,
ya por la mañana, o en el silencio que sigue a la cena,
o en cualquiera de las mil y una cosas que vivenciamos a diario y nos parecen repetidas.
Ese momento existe:
un momento en que todo la fuerza de las estrellas nos atraviesa y nos permite hacer milagros. La felicidad es a veces un don, pero generalmente es una conquista.
El instante mágico nos ayuda a cambiar, nos empuja en la dirección de nuestros sueños.
Vamos a sufrir, vamos a pasar por momentos difíciles, vamos a enfrentar muchas desilusiones,
pero todo eso es pasajero, inevitable y acabaremos enorgulleciendonos
de las marcas señaladas por todos los obstáculos.
En el futuro, podremos mirar hacia atrás con buenas dosis de orgullo y fe. Pobre del que tuvo miedo de correr riesgos.
Porque tal vez no se decepcione nunca,
ni tenga desilusiones, ni sufra de igual manera como los que tienen un sueño que cumplir. Pero cuando mire hacia atrás -
porque siempre se acaba mirando hacia atrás-
va a escuchar a su corazón diciendo: "¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró a lo largo de tus días?
¿Qué hiciste con los talentos que tu Maestro te confió?
Los enterraste bien hondo en una fosa, porque tenias miedo de perderlos.
Por lo tanto, ésta es tu herencia: la certeza de que desperdiciaste tu vida" Pobre del que llega a escuchar estas palabras.
Porque entonces creerá en los milagros,
pero los instantes mágicos de su vida ya habrán pasado. Tenemos que escuchar al niño que fuimos un día,
y que aun existe en nuestro interior.
Este niño sabe de instantes mágicos.
Podemos sofocar su llanto, pero no podemos acallar su voz. Si no nacemos de nuevo,
si no volvemos a mirar la vida con la inocencia y el entusiasmo de la infancia,
la vida, a la larga, deja de tener sentido. Existen muchas maneras de suicidarse.
Los que intentan asesinar su cuerpo ofenden la ley de Dios.
Los que procuran matar su alma también ofenden la ley de Dios,
aunque su crimen resulte menos visible a los ojos de los hombres. Pongamos atención en lo que nos dice el niño que llevamos guardado en el pecho.
No nos avergoncemos por sus sentimientos.
No debemos dejar que tenga miedo por estar solo o porque casi nunca lo escuchamos. Vamos a permitir que tome un poco las riendas de nuestra existencia.
este niño sabe bien que cada día es diferente del anterior. Vamos a hacer que se sienta nuevamente querido.
Vamos a agradarlo, aunque eso signifique actuar de maneras algo insólitas para nosotros mismos,
aunque los demás concideren que estamos haciendo tonterías. Recuerden que la sabiduría de los hombres Dios la ve como locura.
Si escuchamos al niño que tenemos en el alma,
nuestra mirada volvera a brillar. Si no perdemos el contacto con este niño,
no perderemos el contacto con la vida..."
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