Acepta a las personas como son. "¿Te veo en la noche?" ¿Cuántas veces le has dicho esto a alguien, no porque en realidad quisieras que esta persona llegara, sino sólo para validar tu retirada? Lo mismo sucede con las discusiones. Cuando tratamos de convencer a alguien de que tenemos razón, con frecuencia no es porque nos importe la persona; más bien necesitamos su aprobación para sentirnos bien con nuestras propias creencias. Es una situación donde no ganamos porque estamos esclavizados a las reacciones de otras personas y nuestra belicosidad aleja a la gente. Hoy, ábrete a escuchar una variedad de puntos de vista. Acepta a las personas como son. Puedes aprender algo de ellas.