Y si. este sistema de cosas es
cruel, es perverso. Sucede con nosotros lo que sucede con los demás
animales. Algunos tienen la suerte de caer en hogares donde los cuidan y
los alimentan y otros, pobres, andan por las calles, por los techos, a
la intemperie, buscándose la comida como sea, maltratados, perseguidos,
golpeados y matados. Si. Este sistemas es cruel, es perverso. Y pasa
lo mismo con nosotros; hay hombres que nace en cuna de oro y otros que
nacen en medio de la pobreza. Unos tiene existencias dichosas y los
otros, existencias desgraciadas. Unos conocen todos los estadios del
placer de la vida; los otros las hieles y las sobras. Cuando Diego
Armando Maradona fue a parar a una clínica psiquiátrica, recordé la vida
desdichada de tantos deportistas. Hombres que venían de hogares muy
humildes, de pelearles, desde pibe, al hambre y al infortunio. Diego
dijo, una vez, algo que me conmovió: "Dios me dio una patada en el culo y
me envió desde Villa Fiorito a la cima de la montaña" y allí se quedó:
solo como todos los ídolos. El deporte ha dado ejemplos del destino de muchos de estos pibes que venían de la pobreza. Y muchos de ellos
cayeron en tentaciones non sanctas y fueron utilizados por los
mercaderes y arruinaron sus vidas por no saber que hacer con la fama y
el oropel. Es la vieja historia de los ídolos, de los ganadores. Se
quedana solos de afectos, rodeados de alcahuetes y 'vividores',
dilapidan lo que han ganado, se empobrecen otra vez y mueren en el
olvido, en las sombras. Mientras escribo esto, recuredo a Omar
Orestes Corbatta, uno de los jugadores más extraordinarios que vi; llenó
de belleza, de imágenes lujosas mis ojos, las hinchadas lo amaban, lo
ovacionaban, le hacían sentir su admiración. Corbatta venía de un
hogar humilde, había mamado la vida de los potreros en Chascomús, había
gambeteado, como sólo él sabía hacerlo, todas las acechanzas fuleras y
después llegó el triunfo, la idolatría, la plata, las putas, el alcohol,
los 'amigos del campeón'. Y le llamaron 'Loco' como se le llama a
todos los talentosos y lo llenaron de adjetivos glamorosos. Pero ese
'Loco' terminó con su joven vida en una cama del Hospital Fiorito; los
médicos, apiadados, le alargaban el tratamiento para que tuviera un
lugar donde quedarse.... Y se fue y el mundo siguió andando... Insisto:
los ejemplos son innumerables de pibes que, viniendo de la pobreza,
terminaron muy mal en la riqueza. Otros, más fuertes tal vez, mejor
aconsejados tal vez, más sumisos tal vez, lograron salvarse. Pero,
reconozcamos, mientras haya pobreza, correremos el riesgo de fabricar
gente desdichada. Estoy hablando de ejemplos notorios, pero ¿y los
anónimos, los que andan la calles, los que duermen bajo los puentes, en
los zaguanes, los que piden una moneda, los que abren las puertas de los
taxis, los que vagabundean por los andenes, los que terminan
maltratados, violados...? ¿Qué hacemos con los pibes de la pobreza? Y
estoy seguro que, desde algún lugar Justo Suarez, Gatica, La Motta,
Monzón, Usuriaga, Bonavena, Garrincha, Corbatta y miles más mueven las
cabezas y también preguntan. Sí. ¿Qué hacemos con los pibes de la
pobreza.....? Que sean niños los niños
y que no dejen de joder con la pelota. Que sean niños en su día. Que lo
sean todos los días del año. Que sean felices los niños, por ser niños. Inocentes de todo lo heredado".
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