Madrecita linda:
Todos mis cariños se dispersan,
y todos mis rosales se deshojan,
y todas las fragancias se me alejan.
Sólo me quedas tú, piadosa y blanca,
como nombre de amor entre mis quejas,
como hilo de agua en el desierto,
como rosa de luz entre la selva…
Eres igual a un árbol cuya fronda
llena de nidos nos protege y canta.
Madrecita linda:
Tus lágrimas se han vuelto gemas;
deja que las engarce yo
en el hilo de oro de un poema
y hacer así un collar para tu amor.
Madrecita linda:
Todos mis cariños se dispersan,
y todos mis rosales se deshojan,
y todas las fragancias se me alejan.
Sólo me quedas tú, piadosa y blanca,
como nombre de amor entre mis quejas,
como hilo de agua en el desierto,
como rosa de luz entre la selva…
Eres igual a un árbol cuya fronda
llena de nidos nos protege y canta.
Madrecita linda:
Tus lágrimas se han vuelto gemas;
deja que las engarce yo
en el hilo de oro de un poema
y hacer así un collar para tu amor.
Madrecita linda:
Todos mis cariños se dispersan,
y todos mis rosales se deshojan,
y todas las fragancias se me alejan.
Sólo me quedas tú, piadosa y blanca,
como nombre de amor entre mis quejas,
como hilo de agua en el desierto,
como rosa de luz entre la selva…
Eres igual a un árbol cuya fronda
llena de nidos nos protege y canta.
Madrecita linda:
Tus lágrimas se han vuelto gemas;
deja que las engarce yo
en el hilo de oro de un poema
y hacer así un collar para tu amor.
Madrecita linda:
Todos mis cariños se dispersan,
y todos mis rosales se deshojan,
y todas las fragancias se me alejan.
Sólo me quedas tú, piadosa y blanca,
como nombre de amor entre mis quejas,
como hilo de agua en el desierto,
como rosa de luz entre la selva…
Eres igual a un árbol cuya fronda
llena de nidos nos protege y canta.
Madrecita linda:
Tus lágrimas se han vuelto gemas;
deja que las engarce yo
en el hilo de oro de un poema
y hacer así un collar para tu amor.