Dagda
era el gran dios de la mitología irlandesa. Su nombre significa: ”el
dios bueno”. Era el "Señor del Conocimiento" y estaba muy dotado para
la magia. Se le representaba como un hombre de campo que arrastraba un
enorme mazo sobre unas ruedas. Con un extremo mataba a sus enemigos,
cuyos huesos crujían como guijarros bajo los cascos de un caballo, y con
el otro resucitaba a los muertos. Poseía además un arpa llamada
Daurblada que fue robada por los Fomoré. También esta asociado a la
abundancia, ya que saciaba a todos el hambre con un caldero inagotable y
tenia un gran apetito. Es el hermano de Ogma. Fue uno de los jefes de
los Tuatha Dé Danann, era un gran guerrero, y amante de Morrigan, la
diosa de la guerra. Antes de la segunda batalla de Magh Tuireadh, cuando
visitó el campamento de los Fomorianos (sus enemigos), en una tregua de
la fiesta de año nuevo, le dieron gachas con leche, harina, tocino,
jabalíes y cerdos como para alimentar a cincuenta personas normales.
Bajo amenaza de muerte si no lo hacia, le obligaron a comérselo todo,
pero el se ayudó con un cazo de madera tan grande que dentro podía
dormir una pareja junta y lo consiguió. Esto le hizo engordar mucho, lo
que no le impidió hacer el amor con una chica Fomoré, que le prometió
ayuda mágica a los Tuatha De Danann. Ganaron la batalla, gracias al dios
solar Lugh, los Fomoré se retiraron bajo el mar y Dagda era muy
respetado. Tiempo después, a los Tuatha Dé Danann los derrotaron los
hijos de Milesius (antepasados de los irlandeses), y se retiraron al
mundo subterráneo.
Otros nombres:
Samonios (galo) Trinouxtion Samonii (galo según el calendario de
Coligny), Oíche Shamhna (irlandés moderno), Calan Geaf (galés), Samain
(irlandés antiguo), Samhuinn (gaélico escocés), Kala-Goanv (bretón),
Samaín (gallego).
Fecha aproximada:
aprox. 31 de Octubre (correspondiente con la primera helada en las
Islas Británicas, la floración del enebro, la maduración de las
calabazas o nabos…),
en Escocia a menudo se celebra el 11 de Noviembre.
Mucho
se ha hablado de Samhain, Samonios u Oíche Shamhna, y poco nuevo puede
decirse sobre esta festividad, posiblemente una de las más importantes
de las culturas celtas. En ese momento, como seguramente hemos leído
millones de veces, la barrera entre el mundo de los vivos y el Otro
Mundo es muy vulnerable. Con eso se quiere decir que el contacto con el
Cambio y la Muerte es muy intenso, y así, como fiesta del ciclo natural,
adquiere un matiz mágico o esotérico. La noche de Samhain es, en muchos
casos, la “eternidad”: el tiempo es abolido y el mundo del Sídhe se
abre al mundo de los vivos. Pero no todo es oscuridad en la Gran Fiesta,
pues se renueva la fertilidad de la Tierra, que descansará durante la
mitad oscura del año (de Samhain a Beltane, como estipula el calendario
de Coligny), y a la que en esa noche se le agradece todos los frutos que
nos ha dado.
La
primera vez que se menciona Samhain con ese nombre es en el calendario
de Coligny, una tableta de bronce escrita en galo, en la que llaman
Samonios a la lunación que va del mes de Octubre hasta Noviembre, por
tanto, la lógica es que se llame la fiesta como el último día de ese
mes. Sin embargo, esta fiesta duraba tres noches, “Trinouxtion Samonii”,
algo que no deja de mostrar su crucial importancia. El hecho que se la
considere el primer día del año se basa en el hecho de que los celtas
empezaban a contar desde la oscuridad, y por lo tanto, si el mes se
contaba por las lunaciones y el día a partir de las noches, lo lógico
sería que el año se contara desde el invierno, y el primer día de
invierno era, según se nos cuenta, Samonios.