Elevada al rango de planta sagrada en La Grecia y en la Roma antiguas, la salvia se ha considerado como un remedio básico con múltiples propiedades.
Su recolección se efectuaba bajo un ritual sagrado con el fin de conservar todas sus calidades. Su prestigio ha continuado a lo largo de los años..
Era la hierba sacra de los romanos, quienes la consideraban como una panacea, buena para todo.
La hoja de la salvia es rica en flavonoides y en un aceite esencial que la confiere en una aromatíca fragancia. Ejerce una acción coleretica que aumenta la secreción biliar, antipasmodica y relajante en los músculos del estómago y el intestino. El aceite esencial también es antiséptico. Gracias a estas propiedades presenta una gran eficacia en los trastornos digestivos, como las fermentaciones intestinales, vientre hinchado, espasmos gástricos e intestinales, eructos, digestión lenta y dificil.
Gracias a la presencia de fitoestrógenos, es también y sobre todo, la planta de las mujeres, alivia dolencias tipicamente femeninas. En caso de reglas irregulares, poco abundantes o dolorosas, ayuda a provocar y regularizar la menstruación, así como atenuar sensiblemente los trastornos menopausicos, especialmente los sofocos. El aceite esencial actúa sobre las glándulas sudoriparas y disminuye la transpiración excesiva que se produce especialmente durante la menopausia.
Saludos de Mercedera