Chocolate calmante y cardiosaludable. Se ha comprobado científicamente que el chocolate eleva los niveles de endorfinas y produce una sensación de bienestar y serenidad. Calmante de enamorados no correspondidos (¡las estadísticas señalan que su consumo aumenta en momentos de frustración amorosa!), investigaciones publicadas en prestigiosas revistas de Medicina han descubierto además que es rico en flavonoides, por lo que tiene propiedades antioxidantes, que son beneficiosos para el corazón. Un estudio reciente le atribuye en esto propiedades similares a las de la aspirina. ¿El mejor? El chocolate negro (por su mayor contenido en cacao). En un estudio llevado a cabo en la isla de Kuna (América Central), se ha comprobado que los nativos de dicha isla casi nunca desarrollan
hipertensión, beben una media de cinco tazas de chocolate al día e incluyen el cacao en numerosas recetas. Sin embargo, una vez que abandonan su isla y su
dieta, su riesgo de presión arterial alta aumenta, independientemente de la sal que consuman.