A MI MADRE
Madre del alma, madre querida, Son tus natales, quiero cantar; Porque mi alma, de amor henchida, Aunque muy joven, nunca se olvida De la que vida me hubo de dar. Pasan los años, vuelan las horas Que yo a tu lado no siento ir, Por tus caricias arrobadoras Y las miradas tan seductoras Que hacen mi pecho fuerte latir. A Dios yo pido constantemente Para mis padres vida inmortal; Porque es muy grato, sobre la frente Sentir el roce de un beso ardiente Que de otra boca nunca es igual.
de José Martí
|