Salió de su
cueva, al momento paso un cohete, por donde andaba, que del susto se cayo por
las piedras, que se quedó todo molido, se acordó que había una lechuza que
solía volar por allí, volvió a su hueco a esconderse todo tembloroso. Cuando se
calmó asomó su nariz a oler y empezó a lloviznar, dio unos pasos en ese preciso
momento pasó cerca un coche que lo mojó totalmente, regresó a su guarida y se
encontró con un caracol dándose un fuerte golpe, dejándolo mareado, se durmió y
al despertar salió un sol tan fuerte que a cualquiera quemaba, decidió quedarse
al fresquito, y cuando se acomodó entraron una bandada de moscas, que del
hambre que tenia se las comió todas , quedó con la barriga bien llena, y espero
a la noche para irse a bailar el tango en la fiesta y acabó tan cansado que
quedó roncando.
Autora: Mercedera