La gratitud puede enriquecer tu vida
más que un millón de dólares. Para muchos
sería fantástico ganar la lotería, poseer casas,
carros y toda clase de lujos, pero todo eso no es suficiente.
Tú necesitas el adecuado estado mental
para disfrutar la vida, tú necesitas
gratitud.
Tomar cada nuevo día como un regalo
maravilloso es la experiencia más rica y no
hay dinero que pueda comprarla.
Un día más es una oportunidad más para ver
los árboles, el cielo, las montañas; para
disfrutar una taza de cafe caliente, para
ver tu programa favorito, para salir a pasear,
para escuchar música, para bromear con
tus familiares o amigos. Ya seas una persona
religiosa o no, el entender la vida como
un obsequio te otorgará una actitud
constante de agradecimiento, sosiego
y armonía.
Es una tentación pensar que la gratitud
llega al tener todo lo que uno quiere.
Es una engaño asumir que alcanzarás
la felicidad si tienes dinero, una familia
hermosa y quizás una casa en la playa,
porque aun así tu sabes que hay gente
que a pesar de poseer todo eso es ingrata
e infeliz y sin embargo hay gente muy pobre
llena de gratitud por lo poco que ellos tienen.
¿De dónde viene este sentimiento, cómo crear
gratitud?… El sentimiento de gratitud
llega al mirar tu mundo de la mejor manera:
con bondad, paciencia y perdón. El estado
espiritual de agradecimiento llega naturalmente al valorar a la gente y a las cosas en tu vida.
El sentimiento de gratitud es algo que tú puedes
aprender y hacer crecer.
Detente, acércate y percibe el perfume de las rosas.
Tú no puedes estar agradecido por algo que
no notas o que no disfrutas. Necesitas inclinarte
y apreciar a los seres y a las cosas que te acompañan,
que te rodean. No es necesario ignorar la fealdad en el mundo pero es imprescindible concentrarse en lo bueno,
en lo positivo, en los seres queridos, en los amigos, en tú
mismo, en lo que posees -aunque sea poco-. Dar gracias es
inherente a la verdadera apreciación.
Piensa y reflexiona continuamente en aquello bueno
que te ha pasado. Observa lo agradable que se
desarrolla y toma forma en tu vida porque aun en medio de las tragedias
que todos en algún momento enfrentamos siempre hay
un hilo de luz, algo o alguien por quien sonreír.
Cuando el contar tus bendiciones se vuelve un hábito
diario la gratitud te permitirá una experiencia más enriquecedora de la existencia.