Acércate a mí, cúbrete con mis alas y recibe mi emanación divina. Absorbe mi esencia pura, aspira mi perfume de amor. Cierra los ojos y observa. Frente a ti, varios ángeles se acercan sonrientes, bellísimos, resplandecientes…
Cada uno te susurra un mensaje de amor: «Da sin medida, porque el amor en los planos sutiles es luz de belleza singular, con la que los ángeles formamos las bendiciones para el mismo que da». «Centra tu atención sólo en las cosas bellas que Dios te da, y así, éstas sólo se manifestarán para ti». «El amor puro y noble crea la belleza Interna y sólo ésta proyecta luz al exterior».
Cariño mío, todos ellos son recetas para que seas feliz, para que disfrutes de las cosas maravillosas que Dios ha reservado para ti. Pero hoy hay algo especial: un regalo que yo mismo he envuelto y traído hasta aquí.
¡Ven!, ¡vamos a abrirlo! Mientras, te conduciré en mis brazos susurrándote palabras dulces y depositando en tu alma suspiros tiernos y anhelos de amor.


