Texto de: : Manual del Estudiante del Puente a la Libertad Saint Germain
.. Uno de los servicios del Séptimo Rayo (el Rayo Violeta) es el de
ayudar a sublimar y transmutar la sustancia impura atraída a los campos
de fuerza alrededor de los electrones en los cuerpos emocional, mental,
etérico y físico. De esta manera, el individuo redime conscientemente
toda la energía que ha atraído a conciencia a lo largo de las edades y
que ha utilizado para experimentar. Al igual que en un taller de
carpintero, hay mucho aserrín, virutas y demás residuos que resultan de
su empeño en producir una forma de belleza, así en el aura (y en el
mundo en general) hay gran cantidad de residuos que resultan de
experimentar con las "herramientas de la creación" (sentimientos,
pensamientos, palabras habladas y acciones). El buen carpintero no sólo
produce un bello mueble, sino que también asea su taller. El chela bueno
y honesto, en el proceso de ascender a su Estado Divino, cuenta con el
uso del Fuego Violeta para limpiar los residuos de su experimentación
con la vida cuando conscientemente desarrollaba su propia Naturaleza
Divina. Esto es equilibrio —integridad espiritual — y misericordia para
con el resto del universo. ¡Durante demasiado tiempo le ha tocado al
Reino de la Naturaleza y a la Hueste Ascendida trasmutar estos
"residuos" dejados por el hombre! Ahora el hombre cuenta con los medios y
maneras para llevar a cabo su propia transmutación personal de las
energías por las cuales es responsable. Al mismo tiempo, ¡él califica de
esa manera para convertirse en un Ser Ascendido!
.. Cuando por primera vez fuiste exhalado desde el corazón de los
Padres-Dioses, llegaste a una conciencia (awareness) y realización de la
Propia Identidad. ¡Sentiste y pensaste "YO SOY"! Te encontraste como un
ser auto-consciente, y en todas las fibras y células de tu Presencia
Electrónica, caíste en la cuenta de que "YO SOY UN SER"! Viviste en esa
inocencia, compartiendo la conciencia de tus Padres-Dioses. Supiste que
la Vida Primigenia te pertenecía para que la usaras según escogieras
hacerlo. Eras uno de los Santos Inocentes, y la Vida Primigenia
exquisita e iridiscente se convirtió en tu posesión, fluyendo al
interior de la Llama Inmortal en tu propio corazón.
.. En esta inocencia moraste, y creaste de la Vida Primigenia aquello
que veías a tu alrededor. Viviste en un ámbito próximo al Corazón de los
Padres-Dioses, en el que no había forma que no fuera bella, en el que
todo Ángel brillaba con magnificencia, todo Maestro manifestaba la
dignidad de un Cristo. Duplicaste la belleza a tu alrededor, y
comenzaste a crear diminutas formas querúbicas y templos, llenando
dichas formitas con tus sentimientos de gozo; y éstas comenzaron a
emanar de ti rumbo a tu aura.
.. Atravesaste las Siete Esferas Internas con uno de los Grandes
Manús, observando en dichos Ámbitos a los magníficos Hermanos y Hermanas
que estaban ocupados en crear estrellas y galaxias en el Universo.
Continuaste creando en tu pequeña escala, encontrando que tus
pensamientos y sentimientos obedecían a tu voluntad. Este era el "Jardín
del Edén" —no se requería de discernimiento, ya que no había ningún
patrón destructivo ni tampoco forma de tentación. Nada que no fuera
bello podía entrar a tu conciencia.