¡Líbrate de ellas!
A
causa de su testimonio cristiano y sus actividades religiosas, David
Klassen estaba encarcelado en los yermos de la Siberia. Como es de
suponer, a veces pasaba por tiempos de desaliento y soledad.
Sin
embargo, un día recibió ánimo en una manera poco común. Cuando recibió
su escaso platillo de sopa, él descubrió que una pequeña hoja había
conseguido caerse en su ración. Ya él le había dado gracias a Dios por
la comida, pero cuando encontró la hoja se paró inmediatamente y volvió a
agradecerle a Dios por aquella pequeña porción especial de su creación.
A él le llamo mucho la atención que todo lo demás en la prisión había
sido hecho por el hombre: las puertas de hierro, los barrotes, las
paredes,. Pero Dios había hecho aquella pequeña hoja y le había
permitido ser llevada al interior de aquella prisión, donde ahora servía
como medio de consuelo y de aliento para un prisionero desesperado.
Cuando
echamos toda nuestra ansiedad sobre el Señor, reconocemos nuestra
frágil humanidad y ponemos confiadamente nuestros problemas y
preocupaciones en las manos de Aquel que controla el futuro. Ninguna
carga es demasiado pesada para su entendimiento divino. Ninguna ansiedad
ni problema es demasiado complejo para su discernimiento agudo y su
resolución capaz. Recuerda ¡Él cuida de Ti!
Las preocupaciones innecesarias de la vida pueden impedir tu progreso. ¡Líbrate de ellas!
Mahlon Gingerich
Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1 Pedro 5:7
Fuente: Junto a Aguas de Reposo, Vision Publishers
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