En el instante mismo de la transición; y que de ningún modo parece resultar dramático y tal como se nos ha inculcado culturalmente, los que se han ido se sumergen en un interludio variable de inconsciencia revitalizadora.
Cuando vuelven en sí, se llevan una colosal sorpresa al comprobar que se sienten más vivos y sanos que nunca y continúan siendo los mismos, con la inalterable identidad personal que les caracterizó durante su estancia en la tierra.
Constatan maravillados que siguen en posesión de un cuerpo, comparable al de carne y hueso, aunque más sutíl y energético. Por el extraño curso de los acontecimientos deducen que están muertos y paradójicamente se asombran de no haber perecido disueltos en la nada y notarse con más chispa y energía que cuando se encontraban prisioneros en su densa envoltura carnal. Estupefactos por no sufrir el horror, desde siempre asociado con la defunción, gozan en cambio de un indescriptible bienestar y de la felicidad más inefable.
En seguida, una especie de comité de recepción les otorga una cálida acogida que tampoco esperaban, sus familiares, amigos y todas aquellas personas con las que hubo algún tipo de vínculo afectivo en vida, le servirán de guías. El comité se congrega a las puertas de la zona fantasmal dispuestos no solo a acoger a los fallecidos, sino que están preparados para instruirles sobre la naturaleza, funcionamiento y reglas de adaptación del nuevo estado de cosas.
La emoción de los reencuentros, tras el primer estupor, resulta verdaderamente inenarrable. Pasada la excitante vorágine de la acogida a los recién llegados, invisibles ya para los cinco sentidos de los humanos, éstos suelen contemplar el ritual de su funeral, atraidos por el potente magnetismo del dolor que su ausencia provoca en los deudos que lloran y rezan por los que creen sin vida.
A este primer plano se le conoce con el nombre de Plano Fantasmal, es un plano más sutil que la materia física, pero aún es intermedio para el camino de regreso a casa. Este plano se caracteriza fundamentalmente porque la materia o el cuerpo sutil que se desprende de la envoltura carnal ya sin vida, permanece un tiempo determinado en este plano antes de seguir su camino de regreso al hogar.
La permanencia en este plano va a quedar determinada por el grado evolutivo y de consciencia de cada alma que haya desencarnado, es decir, que en este plano se permanece en promedio unos cuarenta días terrestres, para todas aquellas almas que tienen conocimiento de que existe otra vida después de la vida física.
No sucede así con aquellos que se dicen ateos y que niegan la posibilidad de la existencia de otra vida, o aquellos que martirizados por sus propios remordimientos, sienten que están viviendo una pesadilla y que deberán ser castigados por las malas acciones realizadas.
También es común que personas que han desencarnado en forma violenta por un atentado contra su vida, resulten tan sorprendidas del hecho, que no acepten que han muerto, toda vez que se sienten con vida y entonces tardan muchísimo tiempo sin reaccionar, incluso su cuerpo energético se encuentra sumamente densificado por la emocionalidad del temor, o el coraje, o deseo de venganza, sin embargo, este tema lo trataremos con mayor detalle en el siguiente capítulo.
Por el contrario, aquellos seres que han logrado abrir su consciencia encarnados, será automático el momento de la transición, es decir, tan pronto suceda, éllos sabrán con claridad que ha terminado su misión en esta etapa de su evolución y pasarán muy poco tiempo en el plano fantasmal; pueden ser incluso solo unos días para que puedan acceder al siguiente plano conocido como plano astral, que será comentado también en capítulos posteriores, para dar un ejemplo más práctico de lo que es la zona fantasmal, me gustaría referirme a la película que se filmó hace apenas unos años con el título de "Ghost" o "Fantasmas".
Aquellos que vieron esta película recordarán que el actor principal es asesinado en un asalto y después esta persona permanece en la Zona Fantasmal durante un tiempo determinado, con el fín de proteger y ayudar a su esposa, y al mismo tiempo, identificar y castigar a su asesino.
Este caso, aunque llevado a la pantalla en forma dramática, nos deja muy claro lo que sucede en esa Zona Fantasmal, ya que una de sus características principales es que se está en contacto con el mundo denso de la materia, es decir, que los seres que habitan esa zona transitoria pueden vernos y escucharnos con toda claridad, situación que nosotros no podemos hacer y esto se da porque la materia densa es visible en ese plano de vida, no obstante, que uno tiene un cuerpo energético y solo puede ser percibido por el humano cuando ha recibido un entrenamiento especial y tiene abierto lo que se conoce como Tercer Ojo.
Continua El plano fantasmal...