Clama a mí y yo te responderé....
Clama a mí y yo te responderé Arturo Quirós Lépiz
Predicaba una vez a un grupo de muchachos, era mas bien un diálogo y salió el tema de cómo evitar lo mas posible los golpes en la vida y en la juventud.
Poníamos el ejemplo de que la mejor forma de ir por la vida es como quien camina en un bosque, donde existen muchas ramas y a algunas las podremos saltar, pero para otras nos debemos inclinar. En algunas mas que en otras. ¿Pero inmaginan a alguien tratando de pasar por encima de todas los obstáculos? No tiene sentido.
Necesitamos tener la humildad necesaria para saber que muchas veces tenemos que bajar, y dejar de lado nuestro orgullo. Sabiendo que tenemos muchas formas de avanzar, y muchas veces la única manera de hacerlo es bajando nuestras
cabezas.
Si sentís que en tu vida has topado con un obstáculo muy grande, incliná tu cabeza y reconocé que Dios es la ayuda que necesitas. Buscálo de corazón, deseando que esté siempre en tu vida. Y recordá que siempre que alguien inclina la cabeza delante de Dios, El coloca una corona ella. Reconocé que necesitás ayuda, Dios correrá a tu auxilio.
"Clama a mí y yo te responderé " Dice Dios en Isaías 33.3... Has hecho el intento?
Su amigo y hermano Arturo
Cambiar el Mundo Arturo Quirós Lépiz
Ayer veía un video sobre una adolescente que daba un discurso en las Naciones Unidas. Los comentarios me dieron mucha pena, pues se decía que si, que cuando se es joven se cree que se puede cambiar el mundo pero que luego uno se da cuenta que es imposible. Al ver todos esos comentarios me puse a pensar en lo que hace en las personas la rutina y la falta del deseo de hacer las cosas.
Todos podemos cambiar el mundo cada día levantando al caído, escuchando al solitario, bendiciendo al que nos maldice. Para cambiar el mundo NO EXISTE la edad, solo la actitud y el deseo.
Podemos pasar por el mundo como una maceta en el corredor, o podemos hacer la diferencia para 1, 5 o 10,000 personas. Lo importante es, mis amadas y amados, decidirnos A SER DIFERENTES y salirnos del canasto de quienes siempre lo ven lo negativo.
Podemos cambiar el mundo. Podemos hacer la diferencia. Después de todo, como creyentes, tenemos el mismo Espíritu Santo y el mismo Jesús nos dijo que podíamos hacer cosas mas grandes que las que El hizo si teníamos fe. La pregunta es simple... ¿Deseas cambiar el mundo?
Su amigo y hermano Arturo
| | | | | | | | | |
|