LA ROSA Y EL POETA
-Audroc-
Por el camino
a la vera una rosa sorprendida, inspiración y luz era a un
trovador de la vida. Inhalando su fragancia, contemplaba su armonía, y de su pluma
brotaban bellas y hermosa poesías. Cada pétalo: era un
verso, cada verso: una sonrisa; sus espinas los dolores que el
corazón le partían. La rosa roja, era sangre de la pasión más
sentida. La amarilla, la tibieza, de lo que pasa y se
olvida. La color té, su esperanza, que nunca viera
cumplida... Y la blanca, la pureza, del amor que dio en la
vida. Y pasa
así la existencia de la rosa y del poeta, la una, aroma
fragancias, el otro, siembra poesías. Ambos se visten de espinas, sangrando, dentro la
herida.
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