CUANDO LOS POEMAS HABLAN
...
Audroc
Lo que
silencio al mirarme en tus ojos me estalla en los poemas que te
escribo y no me alcanzarían ni mil libros con letras desangradas con
sus rojos.
Se
precipita un mar de sentimientos en tormentosos vientos de
imposibles y aunque quisiera hablarte, no es posible, sin matarte el
corazón por sufrimientos …
No
puedo descubrirte los secretos que mi alma atormentada
guarda, prefiriendo por ello, dar la espalda, a sumirte en un mar de
sufrimientos.
Hay
cosas tan ocultas y guardadas, que se oponen a lo que por ti
siento, que pese estar muriendo, me contengo, por no verte sufrir,
mi más Amada.
Así,
como una
flor entre la escarcha he visto congelarse mis anhelos, y cuanto más
te pierdo más te quiero, y cuanto más me alejo, más me
acerco.
Te
Amo y te deseo con las fuerzas, de incontenibles noches de
agonía …
De
mirarte sin verte,
de
pensarte .
De
besarte en mi almohada blanca y fría.
De
acariciar tu cuerpo sin tu cuerpo, recreando tus manos en
las mías …
De
sentir el roce de tu piel deseada: vibrar …
temblar
… junto a la mía.
De
acariciar tus senos, entre tanto, giras tus ojos para encontrar
los míos …
aproximándome … lento … muy lento … fundiendo
así tus labios en los míos …
¡ Pero
es mentira …! ¡ Sólo abrazo vacíos …! ¡ Son sábanas muy blancas y
muy frías !.
Recreo,
en mi
mente situaciones, de momentos contigo:
Una
mirada …
tu sonrisa
…
alguna imagen perdida, que de tanto y tanto
Amarte… es revivida …
Estás en
mi todos los días y en todos los momentos de mi
vida.
Y en
secreto lo guardo…
Por no
causarte heridas…
Tan
sólo por poemas puedo hablarte y en ellos brindarte la caricia, que
oculta en el misterio de una brisa, unifique tu alma con la
mía.
Decirte que Te Amo…
sin
decirlo… Besarte en cada letra
sin
hacerlo… Leer tu corazón
aún sin
verlo… y soñar con lo que nunca
ha
sucedido…
Regalarte la rosa de los vientos, que tu mano jamás hubo
alcanzado, y esperar nada, esperando todo, mientras se escapa tu
vida de mi lado.
Descubrir de una lágrima callada un: “NO ES
POSIBLE amar como me amas”, y escuchar en silencio una
balada reflejando el dolor de nuestras almas.
(me pregunto: …
¿lograrás comprender estas
palabras…?)
Cuando veas Mi Amor
que los
rosales se marchitan de dolor
y
sangran, deja que tu mente vuele hasta mi, recuerda mi
silencio, y piensa: …
¡
Cuándo los poemas hablan…!
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