El único modo de prevenir una picadura es ser precavido frente a los temidos insectos. Desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) recomiendan una serie de medidas preventivas, entre ellas, evitar los colores brillantes en la indumentaria, cremas con perfume y colonias fuertes al aire libre. Tampoco se recomienda llevar comida o refrescos en lugares donde son abundantes las abejas o las avispas y, si se acercan, es mejor permanecer inmóvil porque cualquier movimiento brusco puede interpretarse como una amenaza y, por lo tanto, acabar en picadura.
Si pican, es importante alejarse del lugar para evitar nuevas lesiones, ya que las feromonas que liberan tras picar atraen nuevos individuos. Si se deja ropa en el suelo, como en piscinas o cerca de un río, se debe sacudir antes de volver a ponérsela. También hay que evitar caminar descalzo. Cerrar las ventanas de casa y coche para que no puedan entrar y colocar mosquiteras en las ventanas. Por último, hay que evitar las colisiones con himenópteros, que pueden causar picaduras: se debe estar alerta al correr, montar a caballo, bicicleta, moto o coche descubierto en zonas de campo y jardines.
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