Es la responsabilidad esencial que cada uno le debe a la sociedad de seres sensibles dentro de la que nace, al medio ambiente y por último, a nuestro "Ser" interior más alto.
El Dharma es lo que le debemos a la vida, la vida no nos debe nada, ya que
¡nos ha regalado la vida misma!
Somos nosotros los que estamos comprometidos con ella con la finalidad de favorecer la evolución del grupo y el desarrollo personal por el solo acto de estar vivos.
Al hablar de numerología, se dice, que al momento de nacer se nos da un Dharma, esto tiene que ver con la fecha de nuestro nacimiento, podríamos decir que es la misión que nos ha sido encomendada. Si no aprendemos a escuchar nuestro interior, y no actuamos acorde con nuestra esencia, estaremos dentro de una vida de sufrimiento y dolor, esto es señal de que no estamos cumpliendo nuestra misión. No hay mayor tristeza que no seguir la voz de nuestro corazón, seguir nuestro Swadharma.
El Swadharma es el camino a la alegría y la felicidad. Tiene que ver con la tendencia psíquica individual o naturaleza, y sus necesidades para el crecimiento.
Es muy común criticar los defectos de los demás y que no podamos ver los nuestros, Cristo nos decía: "Como puedes ver la paja en el ojo ajeno y no puedes ver la viga que hay en tu ojo", ya que la "paja" que criticamos es la misma "viga" que no vemos, es decir, cuando nos molesta algo de alguna persona, cuando criticamos su forma de ser o conducirse, debemos detenernos a analizar si este defecto no lo tenemos nosotros, por lo general sucede un fenómeno de proyección en donde vemos nuestros defectos proyectados en la gente con la que convivimos, es como una advertencia, una señal, es la forma más directa que tenemos de vernos a nosotros mismos y corregir lo que haya que corregir.
Por eso es mejor no malgastar nuestra energía juzgando y criticando a los demás y emplearla mejor en ordenar nuestra vida, superar nuestros defectos, acrecentar nuestras virtudes para continuar en nuestro proceso evolutivo
¡eso ya es suficiente trabajo!.