• Ante un dolor agudo, se recomienda reposo. Sin embargo, este no deberá prolongarse durante más de tres días. • Pasado este tiempo es imprescindible comenzar a levantarse y arealizar una actividad física suave y progresiva según vayamos notando menos dolor. Un ejercicio eficaz es caminar durante un mínimo de media hora, llevando pequeños pesos en las manos. Muy recomendable es usar zapatos o plantillas con almohadillas o suelas que absorban el impacto (de venta en tiendas de deportes y zapaterías especiales).• Aplícate calor local varias veces al día.• Apúntate a un masaje después del calor, sobre todo si notamos que los músculos de la zona están contracturados.• Recurre a los analgésicos simples, como el paracetamol, el ácido acetilsalicílico o el ibuprofeno, o bien a antiinflamatorios no esteroideos. • Relájate. Túmbate con las pantorrillas apoyadas en lo alto de una silla y las rodillas dobladas en un ángulo de 90º. Esta postura reduce la presión en la espalda. • Haz ejercicios sencillos. Por ejemplo, túmbate sobre una pelota de tenis, colocada de forma que presione el punto de dolor. Deslízate sobre ella hasta que el dolor disminuya.• Acude a una piscina. Cualquier ejercicio en el agua te ayudará, pero, sobre todo, nada de espaldas.
Saludos de Mercedera
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