La Acanthamoeba es una ameba patógena ubicua de vida libre. Se presenta en dos formas: una activa (trofozoíto) y otra latente (quiste), capaz de sobrevivir en condiciones hostiles (aguas cloradas de piscinas, agua caliente de las cañerías y subcongelación). A partir de la década de los 80, el número de casos se incrementó significativamente relacionado con el aumento de portadores de lentes de contacto (LC), que es el principal factor de riesgo (85% de los casos), y asociado al mal cuidado y limpieza de las mismas (2). Otros factores predisponentes son los traumatismos corneales con vegetales, el contacto con insectos o cuerpos extraños y con aguas contaminadas.Actualmente, su incidencia estimada es 0,33 casos/104 usuarios de LC/año, considerándose que las lentes desechables diarias son la forma más segura de uso de las LC (1).
Se presentan tres casos clínicos, tratados en la sección de polo anterior de nuestro centro, que representan tres estadios evolutivos de la infección corneal por Acanthamoeba.
El objetivo es evaluar cómo el estadio evolutivo de la infección en el momento del diagnóstico, condiciona la efectividad del tratamiento y el pronóstico visual y anatómico, destacando la importancia de la sospecha clínica y del diagnóstico precoz.