Donde acaba la noche
Se abre tu alegre cuerpo:
Flor de lluvia
Y pan nuevo:
Para amar siempre Hay que morir miles de veces lejos Lejos de las palabras y las oficinas Y caminar abrazados a un sueño Desnudos y perezosos
Y sin nombre Y muy desnudos caminar Confundidos en la tarde furiosa De esos veranos que tienen los pies cansados Y ninguna pregunta que hacer
Los pájaros, las caricias y las estrellas Se despiertan cuando vivimos desnudos Dentro Muy dentro de los ojos del mar
Y hoy somos Somos los dos Un poco más libres Igual que son los hijos Que no tienen nombres ni sombras Cuando se atreven a soñar
Es el verano el que nos dibuja Sin los miedos cansados del futuro
ANTONIO MARIN SEGOVIA
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