MI MUNDO CONTIENE TODO
Cuántas veces te has encontrado con que te falta algo para continuar lo que estás haciendo, si es vistiéndote, te hace falta un alfiler o una aguja e hilo; si es un trabajo, te hace falta una pluma o un instrumento cualquiera, etc. Estás viendo una apariencia material nada más. La verdad está siempre en el espíritu, como ya bien lo sabes. Al pensar y buscar la correspondencia en lo espiritual, o sea que tú piensas “¿Cómo es la situación en el plano espiritual?”. Siempre tu mente te dice: “Es perfecta”. Ponte a meditar entonces cuál sería la perfección en este caso. La perfección en el caso de que te estás vistiendo y te falta un alfiler o una aguja e hilo, será que tuvieras en ese momento lo que te está haciendo falta, o que no tuvieras necesidad de esos adminículos, ¿verdad? Pues bien, ya has visto que tu cuerpo está hecho de las substancias del plano que él habita; contiene todos los elementos que se pueden encontrar en todos los demás objetos, artículos, etc., que hay en el planeta; además, tú has sido acumulado en todas tus vidas pasadas, de todo lo que puedes necesitar y usar; cada experiencia con todos los accesorios necesarios para haberla cumplido y superado ya están en tu cuerpo etérico, como memoria, y en tu cuerpo causal como haber constructivo. Tienes pues plena autoridad de declarar:
“MI MUNDO CONTIENE TODO, Y NO ES VERDAD QUE PUEDA CARECER YO DE LO QUE NECESITO EN NINGÚN MOMENTO. ESPIRITUALMENTE, LO QUE NECESITO ESTÁ CONMIGO Y RECLAMO LA APARIENCIA MATERIAL PORQUE ME HACE FALTA PARA MI MATERIA EN ESTE MOMENTO”.
Verás un milagrito, si has comprendido bien el principio que te he estado explicando. O tú encuentras un alfiler o una aguja con hilo, casi sin necesidad de buscarlos, o te viene a la mente de inmediato la cosa que pueda suplir la falta, la forma de arreglar la situación, o alguien entra y te lo facilita. En el caso de que uno de ustedes me haga la pregunta que han hecho otros: ¿Y qué sucedería si me encontrara en un desierto y me faltara el agua por ejemplo, y no la hallara? Contesto que una vez que tú conoces esta Ley, este principio, y lo apliques dos o tres veces, jamás se volverá a presentar en tu existencia ningún caso en que te pueda faltar absolutamente nada de lo que tú puedas necesitar. Ese caso del desierto sin agua es karmático. Es una experiencia que fue necesaria en un momento dado, pero que si tú estás ya aprendiendo leyes espirituales tan adelantadas como ésta; ya pasaste la experiencia del desierto, la superaste y jamás volverá a presentarse el caso. El paso dado está superado, y no hay que volverlo a dar.
|