Comparto algo (al final del Mensaje) que he recibido y que me pareció muy valioso desde varios puntos de vista.
Por un lado, nos permite ver que aún durante el acto tan trivial de caminar, es posible trabajar en acercarse más y más a la Luz.
Que no es necesario ni un ambiente "preparado", ni una ocasión especial ni nada por el estilo.
Por otro lado, nos da pautas a seguir, ejemplos que luego se pueden extender a otros momentos diarios: cuando se está viajando, cuando se está realizando alguna tarea laboral o doméstica o cuando se está conduciendo, por ejemplo.
En mi caso, les cuento, mi gran Templo, el lugar en que más horas y más días de mi vida he dedicado a la Meditación, a la Contemplación y al Trabajo Espiritual, ha sido el asiento de mi auto. Bastó con apagar la radio y comenzar a dedicar el tiempo de manejo a hablar conmigo mismo, en vez de desperdiciarlo escuchando a algún locutor o viendo si me peleaba con algún otro automovilista.
Y por último, resaltar la importancia del hecho de que el Camino de la Iluminación se recorre estando CONCIENTE, es decir, observando la propia Conducta y la propia Evolución a cada instante, evaluándose a uno mismo pero no para juzgarse ni para condenarse ni para calificarse, sino para ir reforzando aquello en que veamos que estamos teniendo Éxito, e ir corrigiendo aquello en que nos va costando un poquito más avanzar y mejorar.
Queridos, busquen su momento, su lugar, su ocasión de estar un ratito consigo mismo. Se puede encontrar con un poco de imaginación, aunque no sea tan sencillo, sobre todo para aquellos que vivimos en el trajín y el vértigo diario de las grandes ciudades. Se puede, relájense, pongan su Mente en blanco y pidan Iluminación (a Dios, al Universo, a su Maestro Interior, a su Presencia Yo Soy o a Aquel o Aquello o Aquella en lo que cada uno crea), y al rato la respuesta aparecerá. Para ésta o para cualquier otra solución o respuesta que anden buscando, es un buen método.
Y no crean en nada de lo que yo u otros puedan decirles. Escuchen, experimenten, hagan la prueba y saquen sus propias conclusiones. Verán que es el Camino más bello, seguro y fructífero para el Crecimiento Espiritual.