Casa en el árbol
En la copa de un árbol construiré nuestra casa, con tablones y clavos e ilusión y un martillo alzaré entre las ramas suelos, techos, paredes, cuartos en espiral, secretos pasadizos donde obra el azar el don de los encuentros y de pronto amanece si me miras al fondo por donde el viento corre a refugiarse, madera en la madera, crujen las estaciones, pasan a visitarnos los amigos, huele a café, huele al árbol en que nos acogemos, al rumor de las hojas, a la tierra donde brota su impulso, su sed de los espacios, se siente allí el verdor de las promesas, casa y árbol fundidos, una sola criatura, se es feliz de algún modo impreciso y vital, con los años al árbol le van creciendo ramas, gana cuerpo, se inclina hacia las nubes y de pronto la casa ha ascendido unos metros y hasta el aire es más puro, más ancho el horizonte, las estrellas fugaces proliferan, ahora vigila la espesura, hay luz en la ventana, a cubierto de todo, suspendida, luz de hogar en la noche, resplandor, y una escala de cuerda entre las ramas, si subes por la escala no hay retorno, en la cima del viento hallarás nuestra casa.
Eduardo Garcia
Novato
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