Canciones
Cántame tus canciones, tus esbeltas, desnudas canciones, esas que se visten de menudas hojas verdes y hojas rojas, y hojas verdidoradas, con cortezas resinosas y pequeñas piedras pulidas por el agua.
Cántame tus canciones: las de los delgados cielos azules, de las nubes azules, de las montañas azules.
Y las otras: las de las aguas hechizadas que se precipitan gritando por las rocas, y aquellas en las que bandadas de alondras levantan la mañana.
Y la canción de los hermosos caballos, en la que se enumeran los caballos por sus colores, y sus nombres y sus orígenes y linajes.
Y la canción de los pájaros, las aves que se nombran según sus plumajes y sus vuelos y sus melodías.
Y la canción de las lluvias, de las lluvias inmemoriales. Y de las otras, las frívolas y danzarinas.
Y la honda canción de las noches que hablan doradas palabras que rebrillan por instantes, las pacientes noches de larga memoria.
Aurelio Arturo
Novato
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