Eres muy poderoso, todos te temen. Tú furia es tan fuerte, que persigues al viento, arrasando con todo al paso. Te empeñas en querer llegar al cielo, pero no puedes nunca quemarlo, pues te conviertes en humo espeso, negro como la noche oscura. No tenemos otro remedio, que dejarte solo, para que te apagues. El único que te domina, Es el agua de la lluvia y del río. Lo curioso es que te necesitamos siempre, para darnos calor, luz y cocinar nuestros alimentos. No den la espalda jamás a las llamas, ya que es traicionero, nos puede abrazar hasta morir. Autora: Carmen-Drago |