HOY HE VISTO UNA BODA
Salían de la Iglesia.
La novia, blanca, gozosa, feliz, miraba con ternura al novio. El novio le sonreía. Parecían felices. O alegres y contentos.
No parece que sea lo mismo felicidad y alegría.
Cuando tú estés leyendo estas líneas, ¿seguirán siendo felices aquellos novios?
Después de ver los novios he mirado alrededor.
Hombres y mujeres elegantemente vestidos y arreglados presenciaban la escena.
Pero parece que estaban más pendientes y preocupados de quedar bien ellos,
como si ellos fueran la parte más importante de la ceremonia que se estaba realizando. Tenían una pose muy estudiada.
Había algunos matrimonios jóvenes y otros maduros.
No se sonreían mutuamente sólo esbozaban una sonrisa algo forzada, siempre queda mejor sonreír que estar serios.
Es más elegante y en esos casos es de rigor, yo pensaba: estas esposas también un día salieron blancas,
gozosas y felices de una iglesia y su maridos les sonreía.
También se prometieron amor eterno.
Como si aquel amor hubiera sido flor de primavera, parece que se marchito. ¿Qué a ocurrido?
No, me dijo un matrimonio mayor, es que ahora nos amamos de otra manera.
Y es cierto que la expresión del amor puede ser muy diversa.
Lo importante es que exista amor. Pero ¿porqué algunos esposos ya no se toman de la mano?... es que se aman de otra manera.
¿Por qué no se besan tiernamente como antes?...es que se aman de otra manera.
¿Porqué no están ambos pendientes de complacerse?... es que se aman de otra manera.
¿Por qué ella, la "más maravillosa del mundo", ahora es la "más pesada e inaguantable"
y él antes "el hombre más interesante y amoroso" ahora es "un egoísta"?... es que se aman de otra manera.
¿Por qué,? ¿Por qué esto y mucho más?
Realmente ¿es cierto que se aman de otra manera?...
Cuesta entender ese modo de amarse.
Para algunos pareciera como si el rosal se muriese al marchitarse las flores de otoño y dan todo por perdido.
El fuego no está apagado aunque la leña no esté llameando furiosamente.
Hay un fuego. Un fuego tranquilo, intenso, durable, debajo de las cenizas.
No digas: yo sólo tengo cenizas.
Esa es la postura del desesperado y del cómodo que no quiere molestarse en avivar las brasas del fuego.
Felizmente no todos los matrimonios son flores marchitas, recuerdo las bodas de oro de un matrimonio.
Llegó el momento de decirse que se querían. el dijo: Si, la quiero más que el día que nos casamos.
Y ella: Sí lo quiero. ¿Cómo iba a aguantar a este gruñón mal genio si no lo quisiera?.... hay bodas de oro.
Hay amores que no disminuyen, que sólo pasan pequeños catarros, enfermedades transitorias de las que salen más fortalecidos,
hay que aplaudir con gozo y alegría a esos matrimonio con las manos entrelazadas que se miman
y se quieren tiernamente después de 30 o 50 años de casados.
No tienen que darse explicaciones de nada.
Solo expresarse con una caricia, que el amor de hoy es más intenso que ayer y mañana será más que hoy.
Cada uno debe realizarse como persona en el lugar y circunstancias en que se encuentra. Los casados escogieron realizarse juntos.
MICRO-REFLEXIÓN:
"Que los dones que Dios nos ha dado nunca nos induzcan a la soberbia
llevándonos a creer sobre nosotros lo que no es".