Estas kalanchoes son plantas que actúan de forma global dentro del cuerpo y por lo tanto su espectro de acción es amplio. En medicinal tradicional, especialmente en América Latina, Asia y África se usan para tratar las siguientes enfermedades y dolencias:
- Lesiones y enfermedades relacionadas con daños celulares, en especial el cáncer.
- Heridas profundas y gangrenadas
- Infecciones, quemaduras
- Tumores y abscesos
- Reumatismo
- Inflamaciones
- Hipertensión
- Cólicos renales
- Diarreas
- Enfermedades psicológicas: esquizofrenia, crisis de pánico y miedos.
Su acción puede abarcar más allá de los puntos citados ya que se produce sanación de daños celulares en diversos órganos del cuerpo.
La parte utilizada son principalmente las hojas, que tienen un gusto acidulado. Se pueden tomar de forma externa o interna según lo que queramos tratar:
- Externamente: hojas machacadas en forma de cataplasma, compresa o emplaste; zumo de las hojas con aceite o vaselina para usar como ungüento.
Usada así, la planta es antiinflamatoria, antihemorrágica, astringente y cicatrizante.
- Internamente: hojas crudas en ensalada; zumo fresco (añadir agua para dar más volumen); hojas en infusión.
Dosis para uso interno: 30 gramos diarios de hoja fresca en dos tomas (equivalente a la medida de dos DNI). En infusión podemos tomar una antes de cada comida, con una dosis de una cucharadita de postres por infusión, es decir, tres infusiones al día.
No la pueden tomar las embarazadas.
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