“Añoranza”
Cuanto suspiramos en el alma por ti,
recordando los bellos momentos vividos,
Ahora es cuando te comprendemos perfecto,
esa inocencia de la niñez que tuvimos,
pero te olvidamos completamente,
en el día que nacen nuestros hijos,
por estar tan ocupados en cuidarlos.
Al ser mayores dejan el hogar con alegría,
vuelves a nosotros con anhelo de esos años.
Hasta que llegan los nietos contentos,
se llena la casa de risas y luz,
nos sentimos muy afortunados,
ante tanta vida llena de magia.
Se apaga con el tiempo la fortaleza,
La vejez entra repentinamente,
y nos envuelve despiadada.
Que vivan felices.
Autora: Mercedera.