De Bende, sobre la oración (14-86-08)
La cotidianidad suele ocultar la sobrenaturalidad
El pastor costarricense Ronny Chávez expresó, en días pasados, una verdad que nos pareció irrebatible, incontestable: "La cotidianidad suele ocultar la sobrenaturalidad".
Dios no quiere que lleves una vida pueril, insípida. Dios quiere para ti una vida extraordinaria. Dios desea para sus hijas e hijos dilectos una existencia llena de eventos significativos.
Pero eso es imposible si persistimos en nuestra neurótica postura de incomunicarnos con Él,
.....cantautor brasileño Chico Buarque- Dios se convierte en "mitad exiliada, alejada, amputada, apartada" de nosotros, en ese "paraíso perdido" al que canta el poeta inglés John Milton.
La única manera de conciliar nuestra vida cotidiana con la búsqueda espiritual es profundizando nuestra intimidad con el Creador.
En tal sentido, la oración se constituye en una tecnología que restaura en nosotros la sobrenaturalidad del Padre…
El Cielo: la conciencia de tu perfecta unidad con Dios
Un viejo dicho sufí –disciplina mística proveniente del Islam- dice que "el cielo físico es una metáfora del cielo espiritual y viceversa". Kenneth Wapnick, en su "Glosario-Índice para Un Curso de Milagros" afirma que el Cielo es "el mundo no dualista del conocimiento, donde moran Dios y Su creación en perfecta unidad de voluntad y espíritu (…)
El propio Curso de Milagros –un muy iluminador texto que fue canalizado a finales de la sexta década del siglo XX por la psiquiatra judeo-estadounidense Helen Shucman- señala que tú mismo, querido lector o lectora, eres el Reino de los Cielos, ya que "no hay nada externo a Dios y a Sus Creaciones. El Cielo es el único hogar del Hijo de Dios, quien jamás vive separado de Él".
El Cielo, entonces, no es un sitio demarcado en el mapa, ni un territorio lejano
Cualquier sensación de separación con el Uno, cualquier idea de que Padre celestial e Hijo están escindidos por alguna frontera o límite, ha sido fabricada con el frágil barro de tus ilusiones.
La verdadera "caída en la tentación" consiste en preferir los desvaríos del ego a la Realidad del Uno, porque de ese modo perdemos nuestra conciencia del Cielo.
"traer el Cielo a la Tierra" es la verdadera función del acto de orar... (comunicarse , comunicarse con el otro y tamb. comunicarnos con nosotros )
Una oración que ensancha nuestros límites (no un simple hablar)
Jabes. Este personaje tenía una forma audaz, casi desafiante, de orarle a Dios. Dice la Escritura:
Jabes invocó al Dios de Israel diciendo:
"¡Oh, si en verdad me bendijeras
Ensancharías mi territorio…
Y si en verdad tu mano estuviese conmigo,
Me guardarías de todos los males
Para que no me causen aflicción".
Y así las cosas, Dios le concedió lo que pidió.
Dios le concede a Jabes todo lo que ha pedido. Amén.
((De igual modo, esta plegaria te invita a ampliar tus límites intelectuales, afectivos, materiales y espirituales, a trascender toda creencia de restricción que empobrezca tu vida, a ensanchar sin timidez ese Reino de los Cielos que bulle y ansía ser expandido dentro de ti. Al mismo tiempo, pide que esa prosperidad se produzca "sin que cause aflicción", es decir, sin innecesarios "dolores de crecimiento".))
"La naturaleza de Dios es bendecir (...) La propia naturaleza de Dios consiste en que tiene bondad a tal grado de abundancia que sobrepasa la indignidad de nuestras vidas (…) ¿Por qué no establecer el compromiso de pedirle a Dios que nos bendiga todos los días, y mientras Él lo cumple, que esa bendición sea generosa y abundante".
"Somos nosotros quienes limitamos la generosidad de Dios,
A Jabes se le bendijo porque se rehusó a creer que cualquier obstáculo, individuo u opinión era mayor que la naturaleza de Dios
Amado Dios (o como le desees llamar):
En armonía con el Universo y todos los seres,
Bendíceme
Y bendice a los míos.
Bendice mi hogar, mi trabajo, mi empresa…
(enumera aquí aquellas posesiones materiales
y afectos personales
por los que te sientas sinceramente agradecido)
Recompensas que con gratitud he recibido
a través de Tu eterna Gracia y Poder…
Ensancha mi territorio…
(enumera aquí aquellos aspectos de tu vida
que quieres que sean engrandecidos)
para así cumplir Tus más altos propósitos,
ya que Tu voluntad y la mía son indivisibles.
Tu mano amorosa me guarda
¡Ningún mal puede acaecerme!
Y tu sobrenatural abundancia
Llena de paz y luz mi vida cotidiana
Amén…
La cálida eficacia de una plegaria evapora todo rocío de tristeza que perle nuestros corazones; nos insta a trascender las estrechas fronteras de nuestras creencias personales....
Engrandece el territorio de nuestros afectos, amistades y querencias; espiritualiza nuestro pensamiento, capacitándolo para la sana gala del milagro;
Gracias a ella, la cotidianidad dejará de ser insulsa: por igual, avivará el fuego de tu entusiasmo, atizará tu alegría de vivir. De tal suerte, la oración se convertirá para ti en un frecuente y divino presagio, en el cotidiano arte de traer el Cielo a la Tierra...