No, no es casualidad; pero tampoco es causalidad, pues estos hechos no se causan el uno al otro, sino que están ligados por su significado, como si la Vida misma quisiera hablarnos en su propio idioma: el del Misterio. Los seres humanos y los hechos nos entrecruzamos como los hilos de un complejo tapiz. Pero nuestra percepción es limitada, y sólo vemos el reverso del bordado, sin poder comprender cabalmente su dibujo. Quizás volverse sabio sea cruzar hacia el otro lado y ver que en el Gran Tapiz aquello que nos parecían caprichos del destino son nudos necesarios para poder dar una nueva puntada... El I Ching, -un libro chino con más de 3000 años de antigüedad, fundamentado en el principio de la Sincronicidad-, fue prologado en una de sus versiones por Jung. En ella hay un poema de Jorge Luis Borges que dice así (para quienes no conozcan la palabra "ergástula", significa "cárcel")...
"El porvenir es tan irrevocable
como el rígido ayer. No hay una cosa
que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable
cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
de su casa, ya ha vuelto. Nuestra vida
es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredres. La ergásstula es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha,
pero en las grietas está Dios, que acecha."