Si te gusta seducir y conmigo quieres jugar, adelante, pero éso sí, no lo hagas sin avisar, ni intentándome engañar que a mi algo de juego me gusta, pero siempre está claro porque dejo ver el mantel , las fichas y los dados Si no es juego limpio, no es juego, sino maldad.
Si de cariños y mimos tienes necesidad dilo claramente, no te de miedo que se ría la gente, para éso son los amig@s, pero una vez los consigas, si quieres con ellos medrar, no llames a mi puerta porque hay días, hay años que uno peor se siente y si del malestar otro se divierte, no vuelva a hablar de corazón ni generosidad, ni sensibilidad, ni nombre la amistad su engranaje .. anda mal. porque yo, aunque ilusa me llamen siento el dolor ajeno, me estremece, me abruma incluso a veces, me mojo, me implico si así lo digo y lo que en mi mano tenga, en las suyas aparece.
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Si esperas que de tí cuide con manos de seda, cualquier día, a cualquier hora, corra la brisa, sea verano o haya habido tormenta, sin que por tu parte comprendas que los demás igual necesitamos no llames a mi puerta, que yo me esmero en responder con gratitud los halagos, con comprensión los errores, con tolerancia los fallos, pero no estoy acostumbrada ni pienso, poner yo siempre la cara cada vez que a uno de abofetear tenga gana.
Si no estás dispuest@ a afrontar conversaciones sobre asuntos que la vida trae a veces difíciles, no llames a mi puerta, porque yo si a alguien abro es que a cualquier cosa estoy dispuesta Y no es justo, no es honrado, que te comas lo sembrado y te largues por la mano.
Si no te gusta ejercitar, el sano ejercicio de tomar conciencia, y gustas m´s bien que se escapen a la carrera, no llames a mi puerta, pues de inconsciencias estoy harta y como no siempre puede uno evitarlas hay que ponerse de cuando en vez el chandal y a por ellas.
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